“España es un país que, al menos desde Carlos III, vive de espaldas, absolutamente al mar. Y eso lo hemos pagado muy caro en términos de desarrollo y de riqueza nacional”, dice, por teléfono, el arqueólogo subacuático Miguel San Claudio* (M.S.C.). Para enchufarnos de nuevo él, a su embate en nuestra historia y nuestra cultura y abrir sus aguas a las mentes inquietas ha nacido, en la Costa de la Muerte, el proyecto que dirige, Galician Seas Shipwreaks, una propuesta con la que “devolver a la sociedad los medios que ha dedicado al análisis de estos naufragios y aprovechar un recurso cultural y turístico que está a nuestra disposición.”
* Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Santiago de Compostela
“A pesar del abundante patrimonio arqueológico sumergido existente en las aguas españolas, la atención prestada a la arqueología subacuática en nuestro país ha sido tardía respecto a otras zonas europeas.”
Instituto Andaluz del Patrimonio Hco, Consejería de Educación, Cultura y Deporte.
VdP: ¿Por qué tenemos tan poca, o tan mala, cultura marítima en un país que le debe tanto al mar, que vive rodeada de agua por tres de sus cuatro costados?
M.S.C.: En España se mira al mar con prevención y con miedo. Creo que esto tiene mucho que ver con las noticias que provienen del ámbito marítimo, casi siempre muy negativas: accidentes, desgracias, contaminación, inmigrantes que escapan de sus países de origen… Temas dramáticos que llevan a la sociedad en general y a sus responsables políticos y económicos a mirar al mar siempre con prevención, como algo peligroso; una visión muy equivocada porque es una fuente de oportunidades y de riqueza, la mejor vía de comunicación y de intercambio que ha conocido la Humanidad; y es un elemento muy aprovechable desde muchos puntos de vista, incluso el cultural y el arqueológico.
VdP: Galician Seas Shipwreaks tiene un papel importante en esa labor de aproximación, de redescubrimiento de los beneficios y de la importancia cultural del mar…
M.S.C.: El proyecto nace de la oportunidad de, mediante fondos de financiación europeos, rentabilizar los trabajos que la Consejería de Cultura de la Xunta de Galicia viene realizando en investigación, inventario, catalogación y estudio del patrimonio cultural subacuático gallego. Queremos intentar devolverle a la sociedad los medios que ha dedicado al análisis de estos naufragios y aprovechar un recurso cultural y, por qué no, turístico, que está a nuestra disposición. Hasta ahora no se había presentado una iniciativa tan ambiciosa como ésta en el ámbito de la rentabilidad social o del aprovechamiento turístico en toda España, porque hemos sido pioneros en escoger una gran zona de explotación y de estudio. En Cataluña y en Valencia hay iniciativas que están ceñidas a lugares o pecios mucho más concretos pero en el caso gallego hemos escogido una zona, la Costa de la Muerte, y hemos desarrollado la tarea sobre su riquísimo patrimonio subacuático.
Todas las fotografías, incluida la de portada, pertenecen a ©Archeonaula S.L.
“España es un archipiélago conectado con Europa por los Pirineos.”
VdP: Además proponen rutas a pie, la de los galeones y la de los buques de guerra… ¿Cómo se complementan ambas propuestas y qué aportaciones cada una de las propuestas, la acuática y la terrestre?
M.S.C.: Así es; vamos más allá y proponemos unas rutas a pie en las que no siempre hablamos de pecios, si no de Historia. Contamos las de los naufragios que han sucedido en la Costa de la Muerte, porque Galicia, a pesar de estar en la periferia de Europa, se sitúa en medio de la ruta del Atlántico Norte, la más importante del mundo en lo que a comercio y transporte se refiere. El 90% de lo que importamos, lo recibimos por barco. Esa es una realidad con más de 1.000 años de antigüedad en la costa gallega.
VdP: ¿Cómo ha sido recibido el proyecto entre los vecinos de la Costa de la Muerte?
M.S.C.: No salen de su asombro por la poca atención que se ha prestado siempre a este patrimonio. El recibimiento de esta iniciativa ha sido muy positivo: “Ya era hora de que a alguien se le ocurriera”, dicen.
“En España no hay conciencia marítima y se mira al mar con muchísima prevención.”
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VdP: “Nunca nadie con responsabilidad se ha tomado medianamente en serio la situación del Patrimonio Cultural subacuático español”, ha denunciado (febrero 2014) en la sección de blogs del ABC. ¿Ha cambiado en algo la actitud de las distintas administraciones en estos 40 años, aproximadamente, de desarrollo de la especialidad?
M.S.C.: Pienso que básicamente no. Hay iniciativas muy loables, pequeños pasos adelante; hay actitudes y actividades que sí pueden suponer un paso adelante pero no una política global con respecto al riquísimo patrimonio subacuático español que, sin duda, es el más importante de todo el mundo. No existe una cultura, una política unificada, con unos objetivos claros y definidos, y eso es algo que hay que achacar a los poderes políticos que han gobernado en estos últimos 40 años, lógicamente.
Jacques Cousteau marcó a una generación entera, la que, probablemente, creció de la mano de Salgari y Verne, del Robinson Crusoe de Defoe o los Capitanes Intrépidos de Kipling, influencias que podrían servir para que las futuras sintonicen con un medio prometedor, en lo biológico y lo estructural, en lo cultural y lo turístico.
Los promotores de Galician Seas Shipwreaks han editado unos folletos con una serie de recomendaciones para dormir y comer. ©Archeonaula S.L.
VdP: ¿Ni siquiera el asunto de La Mercedes ha hecho cambiar las cosas?
M.S.C.: Greg Stern, el presidente del Odyssey, dijo que en España habría un antes y un después del asunto de La Mercedes pero creo que, probablemente, no conoce bien a los españoles. Sí sirvió para abrir muchos ojos, para concienciar a la sociedad y, de alguna manera también, a los poderes políticos, de la importancia, de la riqueza y, en parte también, de los riesgos que sufre el patrimonio cultural subacuático, pero eso no se ha traducido más que en algunos documentos legales o unas disposiciones muy generales, algunos planes muy ambiciosos o grandilocuentes que no han conseguido meter un arqueólogo debajo del agua.
“Es una actividad, un recurso, muy atractivo por desconocido, que combina la aventura del descubrimiento con la de bucear. Podemos sacarlo adelante y ofrecérselo a la sociedad porque es parte de nuestra cultura.”
VdP: Precisamente sobre los arqueólogos subacuáticos queríamos preguntarle. A usted no le quedaba, parece, ninguna otra salida, viniendo como viene de una familia tan vinculada con el mar, descendiente de una saga de buceadores y rescatadores (su abuelo materno tuvo una de las empresas de salvamento más importantes de España)… ¿Qué nivel de formación académica hay en la España actual en Arqueología submarina?
M.S.C.: La academia, los organismos de enseñanza, incluso los museos o centros de investigación que puede haber no han sido capaces de generar expectativas o una carrera profesional digna. La prueba la tienes en que son poquísimos los que están en algún tipo de actividad laboral. No hay posibilidad alguna de desarrollar ningún campo de investigación, ninguna actividad medianamente coherente en el tiempo. Es más, los pocos que puede haber en organismos oficiales o centros de investigación que, repito, casi, casi los contamos con los dedos de una mano, carecen totalmente de los medos necesarios para desarrollar cualquier tipo de investigación o trabajo serio.
VdP: Cabe pensar que propuestas como Galician Seas Shipwreaks sí pueden abrir una puerta en ese sentido…
M.S.C.: Así es. Se trata de una actividad muy, muy especializada. El arqueólogo subacuático vale para hacer arqueología subacuática y quizá un poquito de arqueología terrestre pero poco más. Su formación le impide encontrar nuevos campos de actividad. Entonces es evidente que una iniciativa como ésta tiene como objetivo proveer de algún tipo de salida profesional o animar a que desarrollen otras iniciativas similares.
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“Galician Seas Shipwreaks es algo tan nuevo que resulta difícil hacer previsiones aunque si valoramos el número de visitas de la web, puedo decir que la respuesta ha sido increíble.”
VdP: Por el momento, ustedes coordinan las actividades con los centros de buceo situados en la Costa de la Muerte…
M.S.C.: Nuestra propuesta es que las rutas se desarrollen en colaboración con los centros de buceo de la zona. Son los que, por ejemplo, establecen las normas de seguridad.
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VdP: En ese sentido, ¿qué características técnicas tienen las visitas a los pecios hundidos?
M.S.C.: Hay pecios accesibles desde la superficie, para los que sólo se necesitan gafas, tuvo y aletas, y otros a diferentes profundidades y dificultades del buceo técnico. En ese rango, en la Costa de la Muerte de Galicia hay una representación de naufragios para todos los gustos. Aunque éste es un mar muy duro, las condiciones de buceo son magníficas en primavera y en verano pero incluso en invierno se pueden realizar las rutas en función siempre, claro, de la climatología y del estado del agua
VdP: Galeones, mercantes, acorazados, pesqueros, goletas… Distintos barcos y diferentes circunstancias durante más de 1.000 años de navegaciones… En la Costa de la Muerte habrá historias para todos los gustos…
M.S.C.: Aunque hay datos de barcos desde época romana, Galicia, al contrario que en el Mediterráneo, donde son más habituales los barcos clásicos, está llena de embarcaciones de época moderna, sobre todo del siglo XVI. Éste fue un frente abierto en la lucha contra los protestantes y será en esta zona donde se establecerán combates durante muchos años.
En la Costa de la Muerte hay también un variado y desconocido patrimonio cultural, playas y paisajes prácticamente vírgenes, una excelente gastronomía. Además, el carácter afable de sus gentes y la impronta del Camino de Santiago, en Noia o Finisterre lo convierten “e uno de los rincones con más personalidad de Europa para vivir de cerca el mar”.
VdP: ¿Quién es el responsable último del patrimonio arqueológico submarino de Galicia?
M.S.C.: Desde el estatuto de autonomía de 1981, la responsable es la Xunta de Galicia, que la dotó hace muy poquito tiempo porque hasta entonces alegaba que era responsabilidad del Estado; pero bueno, hace unos cuantos años han empezado a tomar las iniciativas, lo cual es una actitud muy loable. Ahora bien, el Ministerio de Cultura también tiene parte de intervención porque provee fondos y tiene algunos medios que pone a disposición de la Xunta para conocer y proteger este patrimonio.
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La arqueología submarina se desarrolla en España a partir de los años 60. En los 70 surgen los primeros patronados en Gerona, Cartagena, Baleares y Ceuta. En los años 80 abre sus puestas el Museo y Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas de Cartagena, actual Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQU) y en los 90 lo hacen los centros oficiales de arqueología subacuática en Cataluña (1992); Comunidad Valenciana (1996) y Andalucía (1997).
VdP: ¿Cuál ha sido la experiencia que más ha emocionado a Miguel San Claudio en todos estos años de experiencia submarina?
…Y Miguel San Claudio se ríe y hace un silencio valorativo que retoma con su voz profunda, como de Neptuno en tierra.
M.S.C.: Con el paso del tiempo te haces un poco de cayo aunque este trabajo nunca deja de sorprendente. Lo más agradable es siempre lo que te ha costado más esfuerzo y yo, en ese sentido, he tenido muchas, la mayoría en el Cabo Finisterre. Pero quizá uno de los momentos más inolvidables fue el descubrimiento de un galeón del siglo XVI que era como la cueva de Alí Babá, con todo el impedimento de un ejército del siglo XVI… Hasta el equipo médicos. Conocíamos dónde estaba pero no fue hasta que los movimientos del mar retiraron la arena que pudimos ver lo que allí quedaba.
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VdP: Es algo muy parecido a viajar en el tiempo…
M.S.C.: Así es, yo siempre digo que sólo hay seis personas en el mundo, las de mi equipo, que han vuelto a ver un galeón equipado del sigo XVI…
VdP: Y una ventana a otras culturas, al patrimonio de otros países…
M.S.C.: Estamos trabajando en aguas gallegas pero actuando, en muchos casos, sobre objetos de otras culturas y eso crea con ellos vínculos muy estrechos. Naciones como Alemania, Francia y, por supuesto, Inglaterra, tienen parte de su historia hundida en nuestras aguas y ese patrimonio nos vincula con el resto del mundo, además de atraer a buceadores internacionales.
VdP: Ahora que hablamos de objetos encontrados en los pecios y que hemos mencionado también a la fragata Mercedes, nos gustaría saber ¿qué tiene, desde el punto de vista de un profesional, un valor más incalculable, el oro que todavía se puede encontrar o el hecho de ir reescribiendo la historia de todos?
M.S.C.: Hay colegas que creen que el tesoro hay que obviarlo. Para mi no es lo más importante ni por lo que estamos aquí pero en muchos casos es una realidad que, hay que entenderlo, tiene un gran valor para el público y ‘nuestros primos de Florida’ y no se puede dejar que un cargamento valioso quede al alcance de cualquiera. Todo, desde los utensilios de barro hasta las monedas de oro, tiene un gran valor.”
VdP: Y a usted, ¿qué le queda por encontrar en las aguas de la Costa de la Muerte?
M.S.C.: Una nave espacial (se ríe de nuevo)… No podría decirte… A mi me gustaría encontrar el acorazado británico Captain**, no desde un punto de vista histórico, porque poco podría aportar a todo lo que ya sabemos, pero sí es un reto personal porque me apasiona su tragedia y por rendir un homenaje a sus 500 pasajeros.
** El acorazado del HMS Captain se produjo el 7 de septiembre de 1870 en los alrededores de Finisterre. Sólo sobrevivieron 18 de sus 500 tripulantes.
VdP: ¿Qué libro nos recomienda para seguir profundizando en el patrimonio marítimo, antes y después de conocerlo de primera mano con Galician Seas Shipwreaks?
M.S.C.: Aunque está descatalogado y puede ser difícil de encontrar, sin duda, Mundos sumergidos, de Gabriel Hoffman: es el culpable de que yo esté aquí.
Las rutas a pie se pueden realizar de manera independiente y no necesitan reserva. Los códigos QR permiten ampliar la información sobre los naufragios de cada punto. Además, hay mapas y folletos informativos sobre la Ruta de los Galeones y la Ruta de los Boques de Guerra.
Los interesados en las rutas de buceo, deben ponerse en contacto con los centros asociados, Buceo Finisterre y Mergullo Compostela.